El radón (Rn) es un gas noble bastante radiactivo. Su ocurrencia en la naturaleza es bastante generalizada en minas, cuevas y extensiones porosas del suelo. El radón se descompone radiactivamente (decae) generando una serie de subelementos radiactivos (progenie) responsables de la ionización de partículas gaseosas que se encuentran en la atmósfera. Es ahí donde radica el potencial peligro de este gas, ya que las partículas gaseosas ionizadas debido a su interacción con la progenie radiactiva del Rn la hacen extremadamente peligrosa debido a su alta reactividad, una vez inhaladas, con el epitelio de los órganos respiratorios. Se ha identificado al Rn como uno de los máximos responsables del cáncer de pulmón en personas no fumadoras. La cantidad de personas que mueren debido a este tipo de cáncer son alarmantes (¡más de 20 mil en los EEUU en un sólo año, el 2004!). Es por eso que la Organización Mundial de la Salud ha emprendido un proyecto de monitoreo del Rn para ver la manera más efectiva de prevenirlo. Cada año, desde el 2005, se llevan a cabo, en marzo, jornadas relacionadas al estudio y prevención (Proyecto Internacional Radón, IRP, por sus siglas en inglés). Este marzo se llevará a cabo el cuarto año de sesiones.
La prevención es una de las mejores armas contra el Radón, aunque la mejor manera de evitar riesgos es midiendo sus niveles en el aire que respiramos. Debemos recordar que cualquier casa o edificio está expuesta a Rn, incluso exteriores. Lo único que se puede hacer es verificar que los niveles sean bajos (en ambientes cerrados lo ideal es buscar que los niveles de Rn sean inferiores a los niveles en exteriores, es decir alrededor de 0.4 pCi/l). Lastimosamente, me temo que en nuestros países no existen todavía métodos que prevengan de tales contaminantes, por lo que deberíamos ponernos manos a la obra para comenzar a implementarlos. Por lo pronto eviten construir sótanos y usarlos como dormitorio o dejarlos sin una adecuada ventilación. Algunas recomendaciones adicionales pueden ser encontradas en la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) de EEUU o mejor aún su guía para construir casas libres de radón.
La prevención es una de las mejores armas contra el Radón, aunque la mejor manera de evitar riesgos es midiendo sus niveles en el aire que respiramos. Debemos recordar que cualquier casa o edificio está expuesta a Rn, incluso exteriores. Lo único que se puede hacer es verificar que los niveles sean bajos (en ambientes cerrados lo ideal es buscar que los niveles de Rn sean inferiores a los niveles en exteriores, es decir alrededor de 0.4 pCi/l). Lastimosamente, me temo que en nuestros países no existen todavía métodos que prevengan de tales contaminantes, por lo que deberíamos ponernos manos a la obra para comenzar a implementarlos. Por lo pronto eviten construir sótanos y usarlos como dormitorio o dejarlos sin una adecuada ventilación. Algunas recomendaciones adicionales pueden ser encontradas en la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) de EEUU o mejor aún su guía para construir casas libres de radón.
Imagen: Wikipedia
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