Nuestra moneda muestra un lema bastante ilustrativo de lo que en términos matemáticos se denomina como algoritmo. Como estrategia fue extensivamente utilizada a través de nuestra historia para conquistar pueblos y naciones y también para ejercer dominios sobre vecinos más pequeños con el advenimiento de la Revolución Industrial (en términos mercantiles). Lo más paradójico del asunto es que, a pesar de verla a diario (posiblemente cientos de veces por día) en nuestro país (aunque esto se puede generalizar a nivel global en países subdesarrollados) no hemos sido capaces de captar la idea de que, en realidad, la unión ES la fuerza. Nos empeñamos en dividirnos con la idea de que pequeños reinos o republiquetas serán mucho más efectivas a la hora de la distribución (!?) de recursos y tierra (!?). Ejemplos como la Comunidad Europea (unificada y con una moneda saludable) no han servido de motivación a nuestros líderes sino como paradigma de bienestar monetario basado en falsas premisas imaginarias: nuestra competitividad depende de nuestra productividad y nuestra capacidad de exportación. No pretendo hacer una discusión mayor sobre este tema (sobre el que se puede discutir bastante y en otras instancias) por lo que me limito a presentarles un video que tomé de la televisión japonesa donde se muestra, literalmente, los significados de nuestro lema y de la moraleja de caer y levantarse para seguir avanzando. Tengan en cuenta que los niños que aparecen en el video tienen alrededor de 11 años y aún así son capaces de entender esas ideas para trabajar juntos.
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