Desde el 3 hasta el 14 de diciembre, en Bali, la ONU se sienta a discutir el problema del cambio climático y del calentamiento global, sus efectos, las consecuencias y las medidas necesarias que la humanidad debe tomar para evitar un desastre ecológico de proporciones globales que, según todo parece indicar, tiene apariencia antropogénica. Existen suficientes indicios para creer que el ser humano, como causante, es el único responsable de muchos de esos cambios. ¿Puede ser posible revertirlos a tiempo?, ¿quizás sea posible minimizar el daño infligido en el medio ambiente?, ¿existe alguna manera de evitar mayor daño?
Muchas organizaciones ambientales (y también aquellas que no lo son) han puesto sus ojos en este gran evento que de fracasar condenaría a la tierra a una catástrofe que pronto sería imposible de detener.
Todos formamos parte de este planeta y, aún cuando países desarrollados hayan sido identificados como los principales responsables de muchos daños ocasionados al planeta, también los países que no lo son tienen su cuota de contribución y, lo que es peor, serán los que también tengan que sufrir las fuerzas liberadas por la naturaleza debido a este desequilibrio. Incluso en Bolivia ya se lo empieza a vivir: sequías, inundaciones, el fenómeno del niño, la niña., etc. Nadie está a salvo; el mundo ha sufrido incendios, terremotos, maremotos, tormentas, y demás desastres que el ser humano, con todo su poder tecnológico es incapaz de contener. Sólo queda una alternativa y esa es prevenir nuestras acciones para poder tener un futuro que darles a nuestros hijos. Todos tenemos la obligación de hacerlo, y no necesariamente eso significa estar envuelto en acciones directas, sino también el transmitir el espíritu de preservación, el amor a los animales, a la naturaleza, al medioambiente. 
Se puede ayudar firmando alguna petición o carta de apoyo a organizaciones ecológicas y, si así lo desean, incluso pueden donar algo de dinero a organizaciones que protegen el medio ambiente, los animales, el ecosistema, etc. Hay muchas maneras de ayudar. Todos podemos hacer un poco por el planeta, y entre todos podemos salvarlo. No nos quedemos observando inmóviles mientras la Tierra se nos muere, ¡actuemos ya!
Especial en GuardianMuchas organizaciones ambientales (y también aquellas que no lo son) han puesto sus ojos en este gran evento que de fracasar condenaría a la tierra a una catástrofe que pronto sería imposible de detener.
Todos formamos parte de este planeta y, aún cuando países desarrollados hayan sido identificados como los principales responsables de muchos daños ocasionados al planeta, también los países que no lo son tienen su cuota de contribución y, lo que es peor, serán los que también tengan que sufrir las fuerzas liberadas por la naturaleza debido a este desequilibrio. Incluso en Bolivia ya se lo empieza a vivir: sequías, inundaciones, el fenómeno del niño, la niña., etc. Nadie está a salvo; el mundo ha sufrido incendios, terremotos, maremotos, tormentas, y demás desastres que el ser humano, con todo su poder tecnológico es incapaz de contener. Sólo queda una alternativa y esa es prevenir nuestras acciones para poder tener un futuro que darles a nuestros hijos. Todos tenemos la obligación de hacerlo, y no necesariamente eso significa estar envuelto en acciones directas, sino también el transmitir el espíritu de preservación, el amor a los animales, a la naturaleza, al medioambiente. 
Se puede ayudar firmando alguna petición o carta de apoyo a organizaciones ecológicas y, si así lo desean, incluso pueden donar algo de dinero a organizaciones que protegen el medio ambiente, los animales, el ecosistema, etc. Hay muchas maneras de ayudar. Todos podemos hacer un poco por el planeta, y entre todos podemos salvarlo. No nos quedemos observando inmóviles mientras la Tierra se nos muere, ¡actuemos ya!Especial en Greenpeace
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