¿Qué es lo que quieren salvar los grandes productores?

Recientemente, en un informe presentado por OXFAM, se hace hincapié en la necesidad de regular la extensa industria energética concentrada en la producción de biodiésel y aceite de palma. El informe se enfoca en el innecesario e irracional incentivo que se está buscando, por parte de grandes corporaciones energéticas, para suplir una demanda creciente de combustible en el mundo y particularmente en Europa. El informe también hace notar las consecuencias que estas medidas pueden tener en el pequeño agricultor, en las reservas ecológicas y bosques que, por razones obvias, se están poniéndose en peligro debido a estas regulaciones. Greenpeace ha reportado recientemente (aquí y aquí, también), en mucha concordancia con OXFAM, las consecuencias de una producción irracional del aceite orgánico o biodiésel que es grandemente alabado en países de todo el mundo (como panacea) por empresarios inescrupulosos cuyo único objetivo es el de generar ganancias a cualquier costo. Bolivia no es la excepción y, ya se ha visto cómo algunos seudobolivianos se han dado a la tarea de incentivar su explotación. Todo se vale en el mundo corporativo, destruir la naturaleza, al pequeño agricultor y las economías de países en desarrollo enarbolando al mismo tiempo la excusa motora de la actual civilización industrial.
Y para terminar, The Guardian, también hace un análisis de esta situación en un excelente artículo que pueden leer en inglés aquí. Las cosas se ponen difíciles para todos por culpa de unos cuantos.

No dejen de informarse, participar de las campañas y transmitir esta información a todos para que todos seamos partícipes de un cambio en el que se busque el beneficio de todos y no de un minúsculo grupo de inescrupulosos. Esta tierra es de todos y no está en venta.