"Mi hija Oxana era una hermosa, maravillosa muchacha, con talento para los idiomas. Dejó nuestro hogar cuando tenía 20 persiguiendo el sueño de convertirse en traductora en Europa. Estábamos tan felices por ella. 3 semanas después la policía nos dijo que había muerto luego de caer por la ventana de un quinto piso, tratando de escapar de los hombres que la habían engañado ofreciéndole empleo para forzarla a tratabajar en un sex club. Yo morí cuando ella murió. Ahora vivo sólo para evitar que esto les pase a otras chicas. Por favor, ayúdenme."
El padre de Oxana, Nikolai, está apelando al Primer Ministro de Rusia, Putin, para que detenga el comercio que destruyó a su hija.
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