jueves, 10 de julio de 2008

¡Fracaso!


Confieso haber sido extremadamente pesimista acerca de la reunión que los 8 ecodepredadores mayores del planeta llevaron a cabo en Hokkaido, Japón, durante tres interminables almuerzos trabajo, cenas trabajo y demás banquetes-exótico-extravagantes trabajo los días 7, 8 y 9 de julio (¡se gastaron casi 4 mil millones de bolivianos en tres días!). Todo un circo mediático y repetitivo con políticos manipuladores haciendo lo políticamente correcto.

"No esperen acuerdos importantes respecto al medio ambiente" nos decía Fukuda algunas semanas atrás, y así fue. Los mayores avances se dieron en el terreno energético y económico, concluyendo lo obviamente más perjudicial para el planeta pero lo mejor para sus sobreprotegidas naciones. En un año, por ejemplo, para la próxima cumbre en Italia, se tendrán listos una multitud de acuerdos comerciales y energéticos. La energía nuclear revive para su uso 'con fines humanitarios y pacíficos' y la falta de alimentos se solucionará de la manera más obvia posible: ¡produciendo más alimentos! Y la producción se regulará introduciendo las temibles patentes a toda la 'creatividad humana'. ¿Y, los plazos para todo esto? ¡Menos de un año! ¿Y los plazos para el medio ambiente? Ah, eso. Dentro de ciencuenta años más: la economía primero, todo lo demás viene después.

Lo cierto es que los líderes incorrectos del planeta no fueron capaces de lograr ningún acuerdo real, estaban 'con las manos atados' (sic). Ni siquiera quisieron darse plazos pues se excusan en lo 'delicado de su economía' y la fragilidad de sus sistemas bursátiles. ¡Patrañas! Los 8 amigotes se reunieron para rascarse las espaldas los unos a los otros: se deshicieron de un plumazo de las metas del Protocolo de Kyoto, borraron para siempre acuerdos sobre la proliferación de energía nuclear y modificaron los plazos para reducir la emisión de gases de invernadero. Se sentaron a comer como emperadores sin siquiera reflexionar acerca de las consecuencias de incrementar la producción de biocombustible a cargo de Brasil (el nuevo ecodepredador del grupo) y las consecuencias para los países azotados por esa voracidad, como Bolivia, que estoy seguro verá florecer campos de soya y caña de azúcar para saciar el hambre de esos 8 tragaldabas.

Es, como dice Greenpeace, una avalancha de malas noticias donde lo único bueno fue que soportamos, por última vez, la presencia de George II.

1 comentario:

La Vero Vero dijo...

Estuvo tu voz y con la tuya, muchas de las nuestras. Somos también culpables, culpables por no agendar en nuestra cotidianidad estas denuncias. Greenpeace la lleva! al menos algo bueno hubo, entre tanta marea no será mucho, pero algo de remanso traerá la partida de Mr. Danger.

Te dejo un dibujito del genio don Conejo, como no podía ser de otra forma. La pena, que el dibujito tiene para atrás y pa adelante raaaaaato: http://aljazar.blogspot.com/2007/11/ensucia-el-mundo-que-te-darn-el-premio.html

!Prohibido acumular! !CARAJO!

Todos los abrazos!!!