Algunas actividades han acaparado casi todo mi tiempo libre y me he visto obligado a no postear tan a menudo como quisiera. Mis disculpas a los lectores asiduos a este sencillo blog. Seguiré posteando a un ritmo menos acelerado que antes pero con la misma convicción de siempre. Saludos Rebeldes [Ecologistas] a todos.
Cuando la gente me pregunta ¿Cómo fue que se interesó en los animales?, les respondo ¿Cómo es que perdiste el interés en ellos?.
David Attenborough
Algo para pensar
'' El Estado es la autoridad organizada, la dominación, y el poder de poseer las clases sobre las masas... la más flagrante, la más cínica, y la más completa negación de humanidad. Quebranta la solidaridad universal de todos los seres humanos sobre la tierra, y reúne a algunos de ellos en una asociación con el único propósito de la destrucción, la conquista y la esclavización del resto... Esta flagrante negación de la humanidad que constituye la verdadera esencia del Estado es, desde el punto de vista del mismo Estado, su deber supremo y su más grande virtud... De tal manera que, ofender, oprimir, despojar, expoliar, asesinar o esclavizar a sus miembros es ordinariamente entendido como un crimen. En la vida pública, o en el otro caso, desde el punto de vista patriótico, cuando estas cosas se hacen buscando una mayor grandeza del Estado, para la preservación o la extensión de su poder es todo transformado en deber y en virtud... Esto explica el porqué toda la historia de los estados modernos y pasados es tan sólo una serie de repugnantes crímenes; el porqué ministros, pasados y presentes, de todos los tiempos y en todos los países -hombres de estado, diplomáticos, burócratas y militares- si los juzgamos desde punto de vista de la simple moralidad y justicia humana, tienen cientos, miles de veces bien merecidas sentencias de trabajo forzado o en galeras. No existe horror, ni crueldad, sacrilegio o perjurio o impostura, ni tranza infame, ni robo descarado, saqueo o cuchillada artera que no haya sido ni sea diariamente perpetrado por los representantes de los estados, bajo no otro pretexto que esas elásticas palabras, tan convenientes y sin embargo tan escalofriantes: "por razones de estado" ''
Michael Bakunin, prologando el libro 'Por razones de Estado', de N. Chomsky.