miércoles, 17 de junio de 2009

Mitsubishi en Bolivia


Mitsubishi es una corporación japonesa que opera en una infinidad de campos. Una de sus múltiples especialidades (desde la Segunda Guerra Mundial) está en el campo bélico (incluso a través de sus instituciones financieras), siendo uno de los mayores fabricantes de armamento a través de su división de 'Sistemas de Defensa'.

Según el gobierno no existen acuerdos firmados para explotar el salar con esta empresa belicista, y si es consecuente con la actitud pacifista que dice tener debería evitar asociarse con una corporación responsable de la violencia en el mundo. Hasta donde tengo entendido el gobierno no ha firmado ningún acuerdo con esta corporación, o al menos es lo que dicen, pero entonces, ¿cómo es que periódicos japoneses mencionan el acuerdo mutuo para exportar el litio desde hace una semana? Para los japoneses parece ser todo lo contrario.

El gobierno ha estado silencioso los últimos días respecto a varios temas, no sólo este (el más reciente relacionado con la olla de grillos de YPFB), y lo que la opinión pública necesita es que cualquier acuerdo o preacuerdo se haga de manera transparente. Es lo que se le debe exigir al gobierno de Evo Morales.

A pesar que Bolivia necesita de el 'know-how' como dice Times, también debemos ser conscientes de que esta vez tenemos la sartén por el mango y regalar el litio a una corporación bélica no es ni ideal ni ético aunque a muchos les parezca que en los negocios esto no existe. Y si a las compañías automotoras yanquis tampoco les gusta la idea de caer en las manos de un 'energy-rich Latin American U.S. critic' (sic), como dice Times, pues están en su derecho, así como nosotros lo estamos de ser autosuficientes de una buena vez, muy a pesar de la misma revista. Ni automotores ni belicistas.

La tarea de seguirle los pasos cuidadosamente al gobierno nos compete a todos y en especial a los periodistas a quienes tenemos la obligación de encomendarles que nuestra voz le sea pasada a S.E. o al ministro en cuestión. Rebelde (y creo que el resto de los bolivianos) está cansado de culebrones y sorpresitas como las ocurridas en Yacimientos y quiere claridad y transparencia en la firma de contratos.

Foto: CC

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