martes, 24 de febrero de 2009

A manera de recordatorio para que esta 'campaña' termine de una buena vez y le pongamos ganas para salvar al Lago Titicaca

Hace meses atrás comenté acerca de lo degradante de seguirle la corriente a una corporación que busca lucrar con el esfuerzo de la gente y de los recursos naturales. No pretendo repetir lo escrito, sólo recordar que esta campaña irracional [la votación] debería de una vez ser suspendida para redirigir nuestro empeño a una causa mucho más noble: reparar el daño ecológico causado en el lago Titicaca. Aquí los posts originales a manera de recordatorio.

Rebelde


¡No vote!


Exacerbado por su afán electoral, el imperfecto paceño Pepe Lucho, alias Prefecto de La Paz*, se las da de patriota patrocinando a una corporación extranjera. Sí, leyeron bien: corporación extranjera, que, ávida por llenarse los bolsillos con platita de turistas del primer mundo induce a la gente a votar como ovejas aduciendo mentiritas como 'es para defender el medio ambiente' y no-sé-qué-ocho cuartos más (lo que me recuerda mucho al invento cambalache para adueñarse de tierra ajena en el oriente boliviano).

El gobierno, ignorante de semejante yerro, así como la alcaldía y la prefectura y muchos 'miedos de incomunicación' siguen en su afán de alentar una votación que haga figurar al cochino Titicaca como una 'maravilla natural' (ya hablé al respecto en otro post, para los que llegan recién). No creo que se deba usar el dinero de los contribuyentes para alentar semejante pérdida de tiempo y creo que más bien debería usárselo para remediar la cochinada que inunda el Choqueyapu o el mismo charco en cuestión, cuyas sílabas finales le están haciendo cada vez más justicia al nombrecito. ¿Y, eso por qué? Pues es algo que hay que agradecerle a la 'industria sin chimeneas' que opera en las orillas del 'Lago Sagrado', que no han visto mejor manera de 'ayudar al país' que destruyendo el ecosistema lacustre y echando sus cochinadas a sus aguas por décadas. ¿Debemos seguirlo tolerando? Rebelde definitivamente piensa que no y, por lo tanto, pide a la gente inteligente no dejarse sonsacar con semejante concurso ridículo: ¡no vote!

Hagamos que el prefecto se ponga a trabajar en lugar de gastar nuestra plata y promocionarse a sí mismo siguiendo un plan personal diseñado por sus otros amigotes imperfectos.

¡Uff, qué rabia!

*Artículo publicado cuando el mencionado 'señor' fungía de Prefecto de La Paz, ahora revocado por el voto popular.





Por qué me opongo a votar por el Titicaca


¿Se puede escoger un favorito entre los dos brazos, o las dos piernas o los dos ojos? ¿O, quizás, sea más fácil escoger el órgano favorito del cuerpo humano? O, si uno es padre/madre de varios niños, ¿se puede escoger el favorito entre todos ellos? La respuesta a todas estas preguntas es inexistente, a no ser que se sufra algún desorden psicológico o social. No se puede responder porque cada una de las partes de nuestro organismo tiene una función importante; cada ser humano es único y cada organismo vivo es valioso por el simple hecho de estar vivo. Entonces, ¿cómo es posible establecer una lista con los nombres de las mejores, las más hermosas, las más soprendentes maravillas del mundo natural? ¿Cómo es posible reducir el valor biológico-geológico de cualquier componente del ecosistema terrestre a un simple concurso banal utilizando el internet y la propaganda impulsada por entidades corporativas?

El año pasado, cuando la estupidez de las 'nuevas' maravillas de mundo moderno estaba llevándose a cabo, la UNESCO, como era de esperar, dejo claro que "No existe ningún punto de comparación entre la iniciativa mediática del señor Weber --que era el organizador de esa patraña corporativa-- y la labor científica y educativa que resulta de la inscripción de un sitio en la Lista del Patrimonio Mundial" (pueden ver la lista completa aquí) y no se dejó inmiscuir en semejante disparate.

El problema no está, como algunos podrían pensar, en desmerecer iniciativas provenientes de entidades corporativas que buscan protagonismo y generación de un beneficio económico propio (lo que ya es altamente irresponsable y perjudicial), sino en los criterios utilizados para la 'selección' y la manera con la que los resultados pueden ser manipulados en beneficio de algunos y desmedro de otros con su consiguiente pérdida de valor artístico-cultural-natural. Una pequeña laguna de color azul en Malta (un pequeño y hermoso país del Mediterráneo), por ejemplo, puede tener tantas bellezas-maravillas naturales en su limitado territorio que nos llevarían años terminar de admirar; ahí tienen, como ejemplos, a la Laguna Azul o a Los Templos de Mnajdra (los monumentos megalíticos más antiguos del mundo). Sin embargo, Malta, con sus 400 mil habitantes, no puede competir con ningún otro país del mundo que tenga aún cuando sea una ligeramente superior cantidad de habitantes al momento de hacer una votación; por supuesto no puede competir con Bolivia donde somos casi 10 millones de individuos. Ahora, ¿hace, esa votación, que 'nuestras maravillas naturales' [las bolivianas] sean mejores que las que tiene Malta? ¡Claro que no! Lo único que demuestra es que Bolivia tiene más población y que es capaz de competir por encima de Malta debido a ese simple hecho; sin embargo, esto no se acaba ahí: Bolivia es el país con menor cantidad de habitantes de Sudamérica (exceptuando Paraguay y Uruguay), lo que significa que, potencialmente, en una competencia entre todos los sudamericanos ganará el que tenga mayor población, entre los cuales no estaría Bolivia como es de esperarse. Más aún, ¿qué pasa si incluso las personas que desean votar no tienen acceso al internet debido a condiciones económicas o deficiencias tecnológicas? En ese caso las ponderaciones se complican aún más, la votación se hace menos fiable y los resultados tienen un sabor a injusticia pues, como es sabido, existen muchos países que sufrirían semejante desventaja por el simple hecho de no tener suficiente infraestructura para acceder al internet, suficiente población para votar o un abrumador sistema mediático que manipule las mentes de sus habitantes (recordemos que esa corporación decidió establecer una lista de maravillas preseleccionadas basadas en criterios personales-turísticos-empresariales sobre lugares que conocían, ¿qué pasa con lugares que desconocen?).

Recientemente, en Bolivia, se está impulsando a votar para que el Lago Titicaca sea declarado 'Maravilla Natural ' del mundo. ¿Acaso no lo es ya? Incluso páginas oficiales se dedican a incentivar ese disparate. En mi opinión el Lago Titicaca ya es una Maravilla Natural y no se necesita de una placa y un diploma que nos lo recuerden. Sin embargo, y esto es algo serio que debe decirse, el 'Lago Sagrado' está tan contaminado que es una vergüenza para quienes decidan visitarlo. En lugar de poner todas nuestras fuerzas en conseguir una placa recordatoria sobre su 'maravillosidad' deberíamos dedicarnos, con todas esas fuerzas, a limpiar sus aguas de tanta cochinada que hay tirada. Deberíamos cerrar esos hoteluchos que echan todas sus inmundicias al lago sin tratar sus desperdicios. Deberíamos cerrar todas esas granjas pesqueras, que no sólo han colaborado a que las especies de peces existentes en el lago se hayan extinguido, sino también a que el único ejemplar de rana del mundo capaz de vivir a semejantes altitudes se haya extinguido: la rana gigante de piel estirada (telmatobius culeus), que según Jacques Cousteau, cuando visitó el lago en los 60's, ¡era capaz de crecer hasta 60 cm! Pero, ¿y dónde está esa rana ahora? Si van por el lago descubrirán que ya no existe más, como comprobó trístemente el naturalista Nick Baker cuando vino a La Paz para realizar un documental al respecto. ¿Serán las ancas de rana que ofrecen los hoteluchos del lago también responsables de esta depredación?

La introducción de especies no nativas a un ambiente extraño (sobre lo que me ocuparé en otro post) es la práctica más ecodelincuencial que se puede cometer. Los agricultores del oriente boliviano lo saben bien pero lo ignoran cuando se trata de hacer dinero con la soya y sus derivados. Es lo que le pasa al Lago Titicaca; la introducción de la trucha y el pejerrey han exterminado a las pocas especies nativas que habitaban en el lago antes de su introducción. ¿Cuál es el futuro que le espera a esta 'maravilla natural'? Pues, en mi opinión, juzgando la manera en la que nos comportamos, aprovechándonos de sus recursos y ensuciándolo con todo tipo de desperdicios terminaremos destruyendo el lago más alto del mundo para convertirlo en la "Expansión de Agua Contaminada más Grande y Elevada del Mundo", un nombrecito sobre el cual deberíamos reflexionar antes de ir a votar para que este lago siga siendo destruido y suficiente razón para oponerse a participar de semejante incitación a la depredación.

Foto: NASA

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