domingo, 31 de agosto de 2008

A propósito de la encuesta XXII


A pesar de que existe una diferencia entre considerarse bien informado y estarlo, el hecho de meditar al respecto nos hace cuestionar si la información que tenemos es o no suficiente para poder cuidar el medioambiente. Varias personas han votado por la primera opción: sí se consideran bastante informadas. Personalmente, a pesar de que trato de informarme al respecto, creo que todavía me falta mucho más para aprender. Creo que para completar ese aprendizaje, lo que queda es compartir ese conocimiento, entre todos, para que así mucha más gente esté informada al respecto (lo que es válido para cualquier área del conocimiento). ¡A informarnos más!

lunes, 25 de agosto de 2008

La magia del ajedrez


Si te encanta el ajedrez entonces ésta página es justo lo que necesitas; puedes leer libros, estudiar estrategias, jugar en línea, descargar software y hasta resolver ejercicios planteados diariamente. Es, en verdad, una de las mejores páginas sobre ajedrez en la red. Disfrútenla.

¿Cuántos planetas se necesitan para tu forma de vida?


Una interesante manera de calcular el impacto de nuestra manera de vivir es presentado por el Earth Day Network. Para quienes quieran hacer una estimación de su grado de consumo, les sugiero ingresar al sitio del cuestionario y contestar las preguntas lanzadas por el mismo. Por el momento sólo existen Australia y EEUU como países de referencia, pero sirve para entender mejor las maneras en las que interactuamos con nuestro planeta.

lunes, 18 de agosto de 2008

¿De quién es el país?

Cuando uno dice: El país de Neruda, todos sabemos que se trata de Chile; si decimos: El país de Rubén Darío, hablamos de Nicaragua; si decimos: El país de García Márquez, hablamos de Colombia. Incluso si decimos El país del Quijote, hablamos de España.

La pregunta del millón es de quién siempre es nuestro país; en otras palabras, si en casi dos siglos de vida republicana hemos tenido una personalidad tan nítida que nos sirva de patronímico.

Tengo una anécdota triste sobre el tema: cierta vez hizo una visita oficial a Bolivia el Presidente de México Carlos Salinas de Gortari. Como nada se improvisa en estos casos, leyó un discurso escrito y revisado por la Cancillería de su país que luego fue repartido en folleto. Pues bien, para congraciarse usando una cita boliviana, repitió una sentencia de Franz Tamayo; sólo que cambió sustancialmente el augusto nombre de nuestro poeta y dijo: Fray Tamayo. ¡Le puso hábito de fraile al gran pensador aymara!

Esto nos muestra que quizá todos los bolivianos sepamos quién era Franz Tamayo, aunque sus obras no sean muy leídas y poco editadas; pero en el continente, el gran Tamayo ni siquiera es conocido.

Los poetas y críticos literarios dirían que somos el País de Saenz, pero espoco probable que la gente común del planeta identifique a Bolivia con ese nombre.

Alguna vez lamenté que no nos llamáramos República de Potosí, pues el nombre del Cerro Rico y de la Villa Imperial figura en todos los libros de cuentas de los comerciantes y banqueros de Europa desde el siglo XVII y, por supuesto, en las memorias de las casas reales. No en vano se acuñó por entonces una exclamación generalizada: Vale un Potosí. Quizá seríamos entonces El País de Arzanz, en homenaje al autor de la Historia de la Villa Imperial, pero sin ninguna seguridad de ser reconocidos.

Admitamos, pues, que no hay artista ni literato que sirva para identificarnos. Incluso es posible que veneremos la memoria de Andrés de Santa Cruz o la de Víctor Paz Estenssoro, nuestros presidentes egregios. Pero el mundo tendrá dudas de identificarnos como El País de Santa Cruz o el País de Paz Estenssoro.

Veamos las cosas desde otro ángulo. Carlos Montenegro, acaso el más grande prosista de la literatura boliviana, divide su ensayo "Nacionalismo y Coloniaje" en capítulos que titulan: epopeya, drama, comedia, novela. Como si se refiriera al tiempo que vivimos, Montenegro escribe: "Este retorno a la realidad pone fin a la etapa histórica de la comedia... Nuestra historia adquiere un poder de ilusión realizable, que no es ensueño sino ansia de superación afirmativas, y se desarrolla con el proceso coordinado y angustioso -tal es su humanidad-de un argumento novelesco, sin romper la concordancia cosmológica preestablecida entre el hombre y su medio. La inspiración central de este nuevo acontecer es también idéntica a la de la novela. De suyo, ella es un anhelo de realizaciones existenciales, "la persecución de otra vida" -como Caillois ha llamado al impulso creador de la obra novelesca... Las tendencias del alma popular contemporánea -rebeldía, inconformismo con lo vigente, ansia de imperar en el futuro-son señales de ese sentido vitalista que pugna por autenticarse... La novela, como la historia, es una realización existencial que convierte en posibles los ensueños, arraigándolos en la entraña de lo viviente... Todavía confusa, la aspiración boliviana de nuestro tiempo se muestra resuelta a cumplir ese destino... Una inmensa mayoría del pueblo ha reocupado la vieja posición del sentimiento de la nacionalidad frente a la de la tendencia colonialista, que tampoco ha desaparecido... Jamás tuvo la República otra noción de su existencia que la de la pelea. Por eso vivió con el nombre de patria, más gloriosamente que nunca, en la edad de los guerrilleros, cuando no pasaba un día sin matar y sin morir por la independencia del pueblo nativo."

Pero esa epopeya colectiva tiene un héroe. Un héroe que no nació en pañales de seda ni en clínica privada, sino en una choza de un ayllu de un cantón de una provincia perdida. Un héroe que no tiene abolengo ni apellido de casada, aunque algunos señoritos sonrían con irónica complicidad y lo apelliden De mierda, y algunos desalmados lo apelliden Cabrón y La puta madre que te parió, aunque su madre haya sido tan pobre que ni siquiera pudo permitirse ser otra cosa que una santa. Un héroe que no tiene títulos universitarios ni maestrías en el exterior, que no es PHD ni HDP, que no huele a after shave exclusivo ni a desodorante de galán, que huele más bien a multitudes, a ayllu, a tribu, a tierra, a monte, a sayaña, a pegujal, a cato de coca, a subsuelo, a socavón, a Pachamama. Un héroe que huele a sudor, a ojotas, a tambo, a banda de música; que no tiene grado superior sino de soldado raso, de dragoneante, cuando más, de cabo; que no tiene premios literarios ni probablemente haya escrito nada, aunque es, a todas luces, el héroe de esta novela. Los medios del mundo, los políticos del mundo, los ciudadanos del mundo saben quién es. Ustedes saben quién es.

Ramón Rocha Monroy


viernes, 15 de agosto de 2008

365 Maneras de salvar la Tierra: Día 119


Agua: Has que el inodoro de tu hogar funcione de manera dual.

Todos los edificios están provistos de agua potable, agua que ha sido tratada para asegurarse que es apta para consumo humano, y aún así un sólo uno por ciento de esa agua es actualmente bebida. Un inodoro de función dual puede reducir la cantidad de agua potable que es usada para actividades que no requieran agua con esta calidad. Estos dispositivos sienten el contenido del tanque del inodoro y usan sólo una cantidad apropiada de agua para su uso.

Has acoplar un juego dual para el desagüe del tanque del inodoro, que te ayude a reducir la cantidad de agua que consumes cuando jalas de la cadena.

Translated from: 365 Ways to Save the Earth by Philippe Bourseiller

FOTO: Rebelde

365 Maneras de salvar la Tierra: Día 118


Construcción: Utiliza paneles fotovoltaicos para producir electricidad doméstica.

La energía solar está disponible en todas partes y es gratis. No es necesario que vivas en algún lugar caliente o soleado para poder sacar ventaja de ella. Asegura paneles fotovoltaicos (solares) sobre el techo de tu casa. Ellos generan electricidad a partir de luz solar y son usualmente diseñados para cargar baterías de 12 voltios. Los paneles solares son totalmente silenciosos y operan sin producir ninguna clase de contaminante o materia peligrosa de desecho.

Es usualmente posible obtener financiamiento gubernamental para costear el precio de la instalación y si produces más energía de la que necesitas, puedes incluso vender el restante a tu compañía eléctrica.

Translated from: 365 Ways to Save the Earth by Philippe Bourseiller

FOTO: Rebelde

365 Maneras de salvar la Tierra: Día 117


Bosques: Escoge productos certificados por el Consejo de Manejo Forestal (FSC, Forest Stewardship Council).

En 1997, el gobierno brasileño admitió que el 80 por ciento de la madera extraída de los bosques tropicales fue extraída de manera ilegal. Un reporte del Banco Mundial declaró que el 80 por ciento de los productos madereros de Indonesia eran también ilegales. Comprando madera certificada por el Consejo de Manejo Forestal, puedes estar completamente seguro de que esa madera viene de bosques manejados de manera sustentable con estándares sociales, ambientales y económicos responsables y que no contribuyen a la deforestación mundial de las selvas tropicales.

Depende de los consumidores el ayudar a incrementar el area de bosques certificados exigiendo que la madera lleve la etiqueta FSC. Actualmente, aparece en alrededor de 10 mil productos (muebles, parqué, estantes, papel, muebles de jardín y carbón para parrilladas), así que asegúrate de sacarle ventaja.

Translated from: 365 Ways to Save the Earth by Philippe Bourseiller

FOTO: Rebelde

365 Maneras de salvar la Tierra: Día 116


Energía: refréscate sin exagerar con el uso del aire acondicionado.

Aún a pesar de su impacto mediambiental -para ser exactos, la creación de millones de toneladas de basura radiactiva causante de muchos tipos de cáncer- la energía nuclear sigue siendo considerada como una opción razonable para la produccion de energía, debido a que no emite dióxido de carbono. Esta es indudablemente una cualidad positiva cuando se trata de controlar el calentamiento global; sin embargo, no resuelve el problema de la creación de 200 mil toneladas de basura nuclear almacenada ahora alrededor del mundo, 5 por ciento de la cual permanece extremadamente peligrosa por varios miles de años más. Pero, usando menos energía, se reduce la cantidad de desechos nucleares generados.

Considera cuidadosamente tus opciones antes de instalar aire acondicionado: puede incrementar tu cuenta de energía eléctrica en un tercio. Un ventilador utiliza un décimo de la energía utilizada por un sistema de aire acondicionado; sombrillas, persianas, obturadores y el frío de la noche no usan ni una pizca de energía.

Translated from: 365 Ways to Save the Earth by Philippe Bourseiller

FOTO: Rebelde

365 Maneras de salvar la Tierra: Día 115


Agua: Protege los ríos. No ensucies ni eches basura en las bocas de tormenta.

No menos de grandes ríos, o la mitad de las cuencas más grandes del mundo, están severamente contaminadas. El Ganges, aunque es considerado sagrado por los Indios, es contaminado por 1 137 millones de litros de aguas negras por dí, transformándolo en un vertedero a cielo abierto gigantesco. Alrededor del mundo, 2 m illones de toneladas de desechos son echados a los lagos y ríos cada día. Como resultado un quinto de las 10 mil especies de peces de agua dulce están en peligro de extinción.

Protege los ríos de toda polución. No ensucies las bocas de tormenta, que descargan su corriente en cuerpos de agua sin ser filtradas o tratadas. Al mismo tiempo, no tires basura en la calle o en el campo. Tarde o temprano, será inevitablemente arrastrada hacia algún río, lago o bahía.


Translated from: 365 Ways to Save the Earth by Philippe Bourseiller

FOTO: Rebelde

martes, 5 de agosto de 2008

Correos activistas: Lo que no verás en las Olimpiadas


Los Juegos Olímpicos son la gran vitrina para que un país se venda a los conglomerados mediáticos y a las corporaciones que producen estrellas deportivas. El espíritu original de la 'mens sana in corpore sano' ha sido colgado en el estante, y con él nuestra dignidad como seres humanos. Ésta es una muestra de lo que no veremos en Beijing para que la mala imágen de la ciudad no se muestre al mundo, sino sólo las mejoras en las vidas de sus habitantes.